viernes, 17 de marzo de 2017

Abeto.


Abies_alba_Silesian_Beskids
ABETO Abies alba. Abies pinsapo.

El abeto es un árbol grácil, cónico de hasta 50 m; forma bosques dominantes en las montañas de Europa central, desde los 800 a los 1900 m, extendiéndose desde los Pirineos hasta Bulgaria. Tiene el tronco liso grisáceo y con abultamientos (vejigas o lagunas corticales) cuando joven; ramas patentes en verticilos. Hojas recias, flexibles y romas en la punta, dispuestas en dos
Abies Pinsapo
filas. Ramitas característicamente cubiertas de pelos de color pardo claro; yemas no resinosas. Conos erguidos verdes y posteriormente pardo anaranjados, de 10-20 cm: al madurar se deshacen, quedando el axis central en el tallo. Escamas tectrices en forma de abanico y escamas seminíferas dentadas más largas que las anteriores y con el extremo curvo. Es un importante árbol maderero. En Gran Bretaña se ha interrumpido su plantación a causa de las plagas y las heladas tardías.



Madera blanca o amarillenta,  blanda, ligera y no muy fuerte; de grano uniforme, se parte bien y se trabaja con facilidad. Se emplea principalmente para trabajos de interior, escuadrías, tablones, tablas de resonancia para instrumentes musicales, para tallar, cajas y pasta de papel. No resiste la intemperie. 
Es un importante árbol nemoral centroeuropeo, que forma a veces bosques puros en las montañas. 

Las vejigas corticales proporcionan la trementina llamada de Estrasburgo, que se emplea para pinturas y barnices. El aceite de trementina destilado de las hojas y madera se usa medicinalmente y en veterinaria para las torceduras y contusiones. 
OLEG POLUNIN 
Árboles y arbustos de Europa 
Ediciones Omega, S. A.  

Pinsapo. Piñas.
Pinsapo. Ramas.
Pinsapo. Tronco
El pinsapo es un árbol robusto y elegante que en condiciones naturales no suele pasar mucho de los 20 m., aunque cultivado en buenos suelos puede alcanzar hasta 30 m. Su tronco es grueso, derecho y columnar, a veces dividido en dos o más brazos, con corteza pardo-cenicienta o blanquecina, algo agrietada en los ejemplares añosos y casi lisa en los jóvenes. 
Las ramas principales se disponen en verticilos, casi horizontales, comenzando muy cerca de la base del tronco y decreciendo en longitud hacia el ápice, de forma que tiene un porte cónico que en ocasiones se hace algo deprimido; sobre todo en los ejemplares
viejos, adoptando un porte aovado-cónico. Las ramillas nacen opuestas o en verticilos de a tres y llevan las hojas casi perpendiculares, dispuestas radialmente en todas direcciones, en forma espíralada, resultando el conjunto de ramilla y hojas casi cilindrico, aunque en las ramas viejas pueden curvarse las inferiores y resultar planas por debajo. Hojas rígidas, agudas y punzantes, sobre todo en los ramos jóvenes e inferiores; son gruesas y cortas, de 7 a 16 (18) mm., permaneciendo en la planta hasta 8 ó 10 años.  Conos femeninos sentados en la cara superior de las ramas, de forma cilindrica, erguidos, de 2 a 3 cm., verdosos, con escamas fructíferas romas y más cortas que las tectrices; están protegidos inferiormente por brácteas estériles. Piñas cilindricas o cilindricoovoideas, de 10 a 16 cm. de largo por 3 a 5 cm. de grosor, con escamas fructíferas más anchas que largas, redondeadas, ocultando por completo a ¡as escamas tectrices. Semillas aovadotriangulares, angulosas, de color pardo, prolongadas en ala amplia membranosa. La piña se desarticula en la madurez. 

El nombre latino de los abetos, Abies, deriva del griego abios: de larga vida y fue ya conocido por autores como Dioscórides y Hornero. El específico pinsapo es el nombre popular de esta especie en la provincia de Málaga, ya que en Cádiz se le llama abusivamente pino, y fue adoptado por Edmundo Boissier como nombre científico; parece derivar de las palabras latinas pinus: pino y sapinus: abeto, de forma que viene a decir pinabete. Nuestro pinsapo es muy próximo y esta emparentado con otras razas norteafricanas, sobre todo con la A. maroccana Trabut, hasta el punto que para muchos autores esta última sólo seria variedad del español. Es un árbol de gran belleza, reliquia sin duda de los bosques de coniferas terciados, que resulta insólito en el paisaje andaluz. Es de las especies de abeto más resistentes a la sequía estival aunque, como la mayoría, requiere un grado de humedad elevado, superior a los 1.000 mm. anuales. Afortunadamente para el pinsapo su madera no es de gran calidad, poco adecuada para quemar o carbonear, no obstante se ha empleado localmente en construcciones urbanas y para traviesas de ferrocarril; ello, unido a las dificultades de saca y conducción, por vivir en laderas escarpadas, ha permitido la conservación de la especie. Sus ramas, según relata Boissier, eran empleadas antiguamente para adornar las fiestas y procesiones religiosas en la Serranía de Ronda. Es una de las especies más adecuadas y apreciadas como ornamentales, empleándose frecuentemente en jardinería; también se ha utilizado para repoblar. Existen razas de cultivo con ramas colgantes (A. pinsapo péndula Hort), ramas erguidas y convergentes hacia el ápice (A. pinsapo piramidata Hort), hojas abigarradas de verde y amarillo (Á. pinsapo variégata Hort) y con hojas cortas y blanco azuladas (A. pinsapo hamondii Veitch). Se hibrida con facilidad con otras especies resultando individuos fértiles.
LA GUIA DE INCAFO DE LOS ARBOLES Y ARBUSTOS
 DE LA PENÍNSULA IBÉRICA 
GINES LÓPEZ GONZÁLEZ 
Del Jardín Botánico. CSIC
  
Virtudes y uso. La trementina de abeto, sobre todo en los países que lo crían, gozó de mucha fama entre las gentes del pueblo. Con el nombre de olí d'avet, en Cataluña nos lo bajaban a las farmacias hasta principios de este siglo, y aun recuerdo haberlo visto traer a Manresa por las vendedoras del Valle de Ansó, con sus vestes de paño negro y adornos verdes, a principios de siglo. Con él se confeccionaban infinidad de emplastos y ungüentos, de los cuales ya nadie se acuerda hoy. Pero como los párrafos que solemos dedicar a la historia de los simples serán breves tratándose del abeto, porque, como nos dirá Mattioli, no hacen mención de él los antiguos, traeremos aquí como anticipo histórico los elogios que le dedica Quer en la « Flora Española »: Del abeto, «es tan excelente la terebentina de lágrima que, sin hipérbole alguna se puede llamar bálsamo natural de España; pues en sus admirables virtudes tiene las mismas, y con igual eficacia, que los bálsamos peruvianos, de copaiba y de Canadá; y no siendo este último más que una terebentina que se saca de una especie de abeto que se llama Abies canadensis, no ha sido hiperbólica mi expresión, el dar a nuestra terebentina de lágrima el epíteto de bálsamo natural de España.
«La virtud balsámica y vulneraria de la terebentina aplicada exteriormente es bastante celebrada. Por esto, apenas hay linimento, emplasto o ungüento para el uso de las heridas y úlceras en que la terebentina no entre en cualidad de cuerpo y alma, como dice Etmúlero. La terebentina de España, del Principado de Cataluña, es preferida a todas las demás especies para el uso interior siendo ésta más balsámica, vulneraria, diurética y laxante en un mismo tiempo que las demás especies, se da igualmente para las úlceras de los pulmones, rifiones, de la vejiga y de las demás visceras. Es de mucho uso en la gonorrea y flores blancas. Sirve mucho para resolver o superar los tubérculos de las visceras. La práctica enseña que algunas veces arrastra la materia purulenta de la parte enferma dándole éxito por la orina, lo que tengo algunas veces observado. Riberío, y otros célebres autores, la encargan para preservar de los malos efectos del cálculo y arenas de los ríñones; y la prefieren a los demás diuréticos, que, excitando éste las orinas, laxa al mismo tiempo el vientre, de modo que deriva por la cámara los humores crasos, lo que los demás diuréticos no hacen.
»Este licuor terebentináceo es uno de los más principales bálsamos de la cirugía para deterger, consolidar, encarnar y mundificar las heridas, para contusiones y úlceras pútridas, para resolver y fortalecer el tono nervioso y contra toda putrefacción ; y en toda verdad, la cirugía en sus curaciones no puede pasarse sin el auxilio de este bálsamo...».
Las yemas de abeto se utilizan en infusión contra los catarros bronquiales y pulmonares y contra la tos. En 1 1. de agua hirviendo se echa 1 onza (unos 23 gramos) de estas yemas, se tapa el cazo y se retira de la lumbre. Endulzada con azúcar cande o con miel, esta infusión se toma a tazas, cuanta se quiera.   
De:
Plantas Medicinales
El Dioscórides Renovado
Pio Font Quer
Editorial Lábor

Parte utilizada: Yemas, hojas, corteza, resina. 

Principios activo:
Yemas: Resina, esencia: limoneno, alfa pineno. 
Hojas: Glucósidos, piceína, esencia. 
Corteza: Celulosa, minerales, taninos, flobafeno. 
Resina: Esencia de trementina, ácido abietínico. 

Acción farmacológica: La trementina y su esencia le confieren propiedades balsámicas, expectorantes, antisépticas de las vias respiratorias y urinarias, y rubetacientes (en uso externo). La esencia contenida en las hojas y yemas, presenta una actividad antiséptica. 

Indicaciones: Afecciones respiratorias: catarro, gripe, bronquitis, enfisema, asma, faringitis, sinusitis; infecciones de las vías urinarias: cistitis, pielonefritis, reumatismo. 

Precauciones /Intoxicación
Emplear con precaución la esencia: Incluso a dosis habituales, puede dar lugar a fenómenos alérgicos, en forma de broncoespasmos. 

Formas galénicas /posología:
Uso interno: 
Infusión (yemas, hojas): 20 a 50 gr/l., cuatro a seis tazas al día, o en inhalaciones. 
Tintura: 10 a 20 gotas, dos o tres veces al día. 
Esencia rectificada (ver precauciones): 2 a 5 gotas, tres veces al día, media hora antes de las comidas sobre un terrón de azúcar, o en solución oleosa o alcohólica. Cápsulas (25 mg/ caps., 1 a 4 al día). Supositorios (0,1 -0,4 gr/sup., 2 a 3 al día). Inhalaciones secas. Inhalaciones húmedas (5-10 gotas en 500 cc. de agua caliente). Aerosoles (1,2 gr. por cada 50 cc. de preparado. Practicar previamente un test de tolerancia: aplicar durante 15 segundos y esperar 30 minutos). 
Uso externo: 
Baños: Con infusión de yemas, o esencia. 
Esencia de trementina: en forma de linimentos, ungüentos o emplastos. 
Fitoterapia en Farmacia
Colegio de farmacéuticos de Vizcaya