sábado, 14 de enero de 2017

Fumaria



Foto: Philmarin
FUMARIA. Fumaria officinalis 

Dice Maurice Mességué en su herbario de salud: El Arca de papel. Plaza y Janés editores.

Su extraño nombre le viene de que «su zumo hace llorar como el humo» (Olivier de Serres). Otros dicen que sus flores rosas o rojas y sus hojas gris plata, que se presentan en grandes macizos de forma variable hacenpensar en el humo de un incendio en el llano... Se llama también palomilla, palomina o gitanilla. Es planta grande, anual o bienal, que adorna los campos, las ruinas y los viejos muros con sus hojas pinnadas y sus flores que recuerdan escarpines (con un espolón detrás) de cuatro pétalos. La especie, oriunda de las zonas templadas del Viejo Mundo, ha colonizado ya toda la Tierra, Los griegos Galeno y Dioscórides recomendaban la fumaria contra las afeeclones del hígado y, principalmente, contra la ictericía. En el siglo xvi, el italiano Mattiolo la consideraba un purgante y tónico general de los órganos del abdomen. He podido comprobar las virtudes hepáticas de la especie, no sólo contra la ictericia, sino tambien contra todos los trastornos ocasionados por el mal funcionamiento del hígado (digestiones difíciles, eructos biliosos, herpes y enfermedades crónicas de la piel). Recuerdo particularmente a un hombre que padecía unas herpes muy antiestéticas y que, con un tratamiento de ataque a base de zumo e infusiones de fumaria, se curó en un mes. A otros he dado la planta como calmante y he recomendado una cura depurativa anual.
Infusión y decocción: como tónico y depurativo, especialmente en cura anual de verano: medio puñado de planta fresca o un buen puñado de planta seca por litro de agua. (Una taza en días alternos en tiempo normal. Una taza antes de cada comida, durante 8 días, para la cura de verano.) 
Maceración: Déjese reposar una ramita de fumaria durante 24 horas en un vaso de vino, sidra, etc., y fíltrese. (Un vaso al día.) 
Zumo fresco: De 5 a 6 cucharadas soperas al día, con miel o con leche. (Contra las afecciones del hígado.) 
Maniluvios y pediluvios: Un buen puñado de planta fresca o 3 ó 4 puñados de planta seca por litro de agua. (Un baño al día, como calmante y depurativo y contra las enfermedades del hígado.)


En El Dioscórides Renovado de Font Quer podemos leer:
 
Florece en primavera, a partir del mes de marzo, y la floración se prolonga más o menos según el clima y la altura del país. 
Se cría principalmente entre las mieses y en otros cultivos, como planta arvense o mesegüera, en toda la Península Ibérica. 
Se recolecta cuando empieza a florecer, mayormente entre abril y junio, sin la raíz, o sólo las sumidades floridas. Se deseca lo más rápidamente posible, si no se usa fresca.  
Virtudes. La principal, reconocida de antiguo, es la depurativa. También se estiman sus facultades tonificantes, y, empleada a mayores dosis, se hace uso de ella para « rebajar la sangre». Según Leclerc, ambas virtudes, aparentemente contradictorias, dependen de la dosis empleada y de la duración del tratamiento: «tónica, al principio, se convierte, continuando el tratamiento, en hipostenizante antipletórica». 
Se usa, como depurativa, en primavera, generalmente en la mezcla siguiente : fumaría, berros, achicoria y tallos de lechuga, todo en verde, a partes iguales. Todas estas plantas se machacan en un mortero, se cuela el jugo y se exprime bien el residuo. Se añade azúcar a voluntad, y se toman 3 cucharadas soperas al día; o medio vasito, por la mañana, en ayunas si se prefiere así. Este tratamiento puede durar hasta que surta efecto. Añadiendo al zumo otro tanto de azúcar, se conserva sin fermentar unos cuantos días. Ésta es una cura de primavera, que nunca sienta mal. En lugar de extraer el jugo, como se ha dicho, que es la mejor manera de tomar estas hierbas, puede prepararse una tisana de fumaria sola, empleando 5 gr. de la hierba y 100 gr. de agua hirviendo. De esta tisana se toman 2 ó 3 tazas al día, diez días consecutivos, como tónico. 
Historia. Dioscórides, libro III. capítulo 111: «La fumaria, que nace entre las cebadas, es una hierbecilla ramosa y muy tierna, que se parece al culantro, aunque produce las hojas más blancas, cenicientas, y por toda parte copiosas, y las flores, purpúreas. Su zumo es agudo, y provoca las lágrimas de los ojos, de donde cobró aquel nombre. Aplicado con goma hace que no renazcan las cejas una vez arrancadas. Comida esta hierba, purga gran cantidad de cólera por la orina ». 


El Colegio de farmacéuticos de Vizcaya dice sobre esta planta:

Parte utilizada: Planta florida. 
Principios activos: Acido fumárico, ácidos fenólicos: protocatéquico, cateico, ferrulínico, clorogénico; flavonoides: derivados del quercetol; alcaloides: protopina (fumarina), criptonina, coridalina, aurotensina, sinactina, tretrahidropsicoptisina, dicentrina. 
Acción farmacológica: La fumarina ejerce una acción antihistamínica, antiasmática, antiinflamatoria y antiserotonínica. Los flavonoides le confieren una acción espasmolítica, digestiva, colerética y colagoga. Las sales potásicas, diurética y depurativa. Además se la considera cardiotónica y antiarrítmica. 
Indicaciones: Disquinesias biliares, colecistitis, colelitiasis, cirrosis, hiperlipidemias, arteriesclerosis, hipertensión, asma, reumatismo, eczemas, oliguria, urolítiasis, edemas. 
Formas galénicas /posología:
-          Zumo de planta fresca: 30 a 50 gr., tres veces al día, antes de las comidas.
-          Infusión: 50 gr/l., infundir 15 minutos. Dos o tres tazas al día, antes de las comidas.
-          Extracto fluido: 20 gotas dos veces al día, antes de las comidas.
-          Extracto seco nebulizado: 0,3 a 2 gr/día (1 gr. equivale a 5 gr. de planta seca).