viernes, 1 de marzo de 2013

Tilo


TILO

Cuenta la mitología que el centáuro Quirón, hijo de Saturno, había sido convertido en caballo, engendró en Filira un ser que, al verlo
ésta, suplicó a los dioses que no la dejasen entre los mortales. Accediendo éstos a sus súplicas, fue convertida en un noble árbol: el Tilo. Hay quien hace derivar el nombre del griego ptilon: ala, por la bráctea que acompaña a las flores y facilita el transporte de los frutos.
Las hojas del Tilo tienen sabor herbáceo, algo aromático, agradable, y sueltan cierto mucílago parecido al de las malvas; las flores son melíferas. Florece en Junio y Julio en Europa.
Las flores son de color blanco amarillento. Se recolectan cuando acaban de abrir, dejando las que están en capullo o marchitas. Se recogen sueltas y se deja la bráctea o lengüeta inútil que trae el ramillete.


Propiedades y usos: En terapéutica se utilizan sólo las flores de olor agradable, tacto mucilaginoso y sabor dulzón que tienen la virtud de calmar la excitación nerviosa. Contra el histerismo, jaquecas, cardialgia, espasmos, escalofríos, puesto que es antiespasmódico, sedante y ligeramente diaforético. Contra la tos irritativa. También se considera que disminuye la acidez de estómago. Para resaltar su acción puede agregarse a la tisana una cucharadita de agua de azahar. La corteza se considera colerética y se emplea en las afecciones hepatobiliares. Vasodilatador y antiespasmódico. 

Usos no medicinales: La corteza puesta en remojo servía para la obtención de fibras empleadas en la obtención de sogas y cuerdas. La madera es excelente para ser tallada por lo que ha sido utilizada por los escultores e imagineros; fácil de trabajar era usada para confeccionar gran cantidad de utensilios.