domingo, 24 de marzo de 2013

GINGKO BILOBA




GINGKO BILOBA
Ginkgo biloba, el Gingko, o árbol de los cuarenta escudos, es un árbol único en el mundo, sin parientes vivos. Está clasificado en su propia división, la Ginkgophyta, siendo el único miembro de la clase, Ginkgoopsida, orden Ginkgoales, familia Ginkgoaceae, género Ginkgo. Contiene una única especie, el Ginkgo biloba que constituye uno de los mejores ejemplos de relicto o fósil viviente conocido.
Clasificación y origen

Durante muchos años fue difícil clasificar el Ginkgo, hasta que se decidió colocarlo en una división aparte (filo) Ginkgophyta, conformada por un solo orden, ginkgoales (Engler 1898) y una sola familia clasificada por Engler en 1897, la Ginkgoaceae.
La familia Ginkgoaceae está compuesta por dos géneros extintos: Ginkgoites y Baiera (conocidos por sus hojas fosilizadas) y uno vivo, el Ginkgo biloba.
Reino Plantae -- Plantas
Subreino Tracheobionta -- Plantas vasculares
Superdivisión Spermatophyta -- Espermatófitas
División/filo Ginkgophyta -- Ginkgofitos
Clase Ginkgoopsida
Orden Ginkgoale
Familia Ginkgoaceae -- Ginkgoáceas
Género Ginkgo L.
Se sabe de especies fósiles que existieron hace millones de años sin embargo ahora están todas extinguidas.
Originario de China. Puede llegar a vivir un milenio . Se ha usado con fines ornamentales desde hace miles de años. Puede florecer en diferentes climas del mundo, sin embargo, crece principalmente en China y Corea, en el sur y el este de Estados Unidos, el sur de Francia, en algunas ciudades de España y en ciudades de Uruguay, Argentina y Chile. Desde hace siglos se ha utilizado por sus acciones terapéuticas, especialmente por la medicina tradicional china, y las hojas del árbol se usan en la herbolaria moderna.


CaracterísticasÁrbol caducifolio de porte mediano, puede alcanzar 35 m de altura, con copa estrecha, algo piramidal y formada por uno o varios troncos. Sus ramas, generalmente rectas y empinadas, son gruesas y rígidas ya en los ejemplares jóvenes, aunque la ramificación en éstos suele ser laxa, e incluso pobre. La corteza es de color pardo grisácea o pardo oscura, con surcos y hendiduras muy marcadas. Es una especie muy longeva, se han localizado algunos ejemplares con más de 2.500 años.
Las hojas, de color verde claro y de entre 5-15 cm, son planas y en forma de abanico con nervadura dicotómica, las nacidas en los brotes largos suelen presentar muescas o lóbulos.
Este árbol es una gimnosperma, lo que significa que sus semillas no se forman en un ovario cerrado. Los sexos están separados, presentando los ejemplares masculinos inflorescencias amarillas agrupadas en amentos cilíndricos, muy numerosos y que nacen en los brotes cortos. En los femeninos, las flores se encuentran en grupos de 2 ó 3, produciendo una semilla blanda de color marrón amarillento y textura carnosa que suele confundirse con una drupa, tornándose al madurar verde grisáceas; la cual es comestible. Al abrirlas despiden un olor rancio ya que contienen ácido butírico.


Ginkgo biloba (farmacología).

Propiedades farmacológicas: De las hojas del ginkgo se obtiene un extracto que posee flavonoides (ginkgoloides y heterósidos) que al ingerirse aumentan la circulación sanguínea central y periférica, y como consecuencia se hace más eficiente la irrigación de los tejidos orgánicos.
Esto beneficia a las personas en edad madura y senil, ya que sus organismos pierden capacidad para irrigar adecuadamente los tejidos (especialmente el cerebro y eso provoca la pérdida de memoria, cansancio, confusión, depresión y ansiedad). El consumo de Gingko aminora estos síntomas y además también hace más eficiente la irrigación en el corazón y las extremidades.
Otras investigaciones muestran que estos flavonoides tienen "función antiagregante", es decir, reducen la tendencia de las plaquetas a aglutinarse, reduciendo así la tendencia a la formación de coágulos en las venas y arterias y por lo tanto disminuyendo el riesgo de una trombosis. Por su función antiagregante estos flavonoides ayudan en la recuperación de accidentes cerebrovasculares y crisis cardíacas.
Además, estos flavonoides también son efectivos en neutralizar radicales libres que están implicados en el proceso del envejecimiento. De hecho tienen una función oxigenadora a nivel cerebral ya que aumentan la utilización de la glucosa y la producción del adenosín trifosfato. Estudios más recientes intentan demostrar también la eficacia del ginkgo en el tratamiento de la fibrosis pulmonar.
Sin embargo, los estudios que se están realizando sobre el uso del ginkgo como coadyuvante en el tratamiento del mal de Alzheimer, la demencia senil y el Parkinson no van en este sentido. Steven DeKosky y colaboradores publicaron en la Journal of the American Medical Association (JAMA) los resultados de un estudio realizado con casi 3.100 adultos mayores de 75 años. En general, el índice de demencia entre los que tomaban ginkgo fue de 3.3 por 100 personas-años de seguimiento, frente a 2.9 por 100 personas-años en el grupo del placebo. En las conclusiones destaca que ante la ausencia de eficacia, la gente debería tener bastante cuidado respecto a tomar un fármaco de cualquier manera, y no hemos visto aquí ninguna evidencia para ventajas potenciales, y hay ciertos motivos para preocuparse sobre su uso a largo plazo.


Curiosidades: Después de la bomba atómica de Hiroshima, fue uno de los pocos árboles que quedó en pie en las cercanías del epicentro, por lo que se lo conoce como portador de esperanza.
El botánico alemán Engelbert Kaempfer (1651-1716) estaba en Japón trabajando para la compañía de las Indias Orientales cuando, en 1691, descubrió ejemplares de ginkgo vivos. Los describió en su obra Amoenitatum exoticarium, publicada en 1712. Más tarde llevó semillas de ginkgo a Holanda y en el jardín botánico de Utrecht se plantó uno de los primeros ginkgos de Europa, que todavía está allí.

Este árbol vivía hace 250 millones de años. Es una reliquia que se ha mantenido casi sin variaciones. El análisis de los estomas que se aprecian en hojas fósiles de este árbol ha permitido inducir la abundancia extraordinaria de dióxido de carbono que existió en aquella época y que, junto a otras causas, dio lugar a la extinción masiva de seres vivos del Pérmico.
Es resistente a condiciones de elevada polución atmosférica por lo que modernamente se utiliza como árboles de adorno en las ciudades.
Elena Martín Vivaldi.
Jardín Botánico UGR. Noviembre 1996.

Un árbol. Bien. Amarillo 
de otoño. Y esplendoroso 
se abre al cielo codicioso 
de más luz. Grita su brillo 
hacia el jardín. Y sencillo, 
libre, su color derrama 
frente al azul. Como llama 
crece, arde, se ilumina 
su sangre antigua. Domina 
todo el aire, rama a rama. 
Todo el aire, rama a rama, 
se enciende por la amarilla 
plenitud del árbol. Brilla 
lo que, sólo azul, se inflama 
de un fuego de oro. Oriflama. 
No bandera. Alegre fuente 
de color: clava ascendente 
su áureo mástil hacia el cielo. 
De tantos siglos su anhelo 
nos alcanza. Luz de oriente. 
Amarillo. Aún no imagina 
el viento, la desbandada 
de sus hojas. Ya apagada 
su claridad. Se avecina 
la tarde gris. Ni adivina 
su soledad, esa tristeza 
de sus ramas. Fue certeza, 
alegría – otoño –. Faro 
de abierta luz. Desamparo 
después, ¿dónde tu belleza?. 

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