sábado, 1 de diciembre de 2012

ENTRELAZAMIENTO

La Física Cuántica (FQ) muestra que el comportamiento de la materia, a muy pequeña escala, está en contradicción con la experiencia de la vida corriente en la escala macroscópica.
Las partículas microscópicas elementales, fotones, electrones, protones, etc, pueden pasar por dos rendijas a la vez; trasladarse entre dos posiciones por diferentes caminos simultáneamente; originarse a partir de energía dando lugar a partículas y antipartículas y desaparecer cuando una partícula y su antipartícula se encuentran, produciendo energía; de igual manera pueden comportarse como partículas y como ondas. Los electrones en los átomos no pueden estar en cualquier nivel, poseer cualquier energía, sino que sólo pueden poseer energías determinadas: se dice que están cuantizados. La energía a esta escala está constituida por paquetes, está cuantizada, es discontinua. En fin, que parece ir contra la razón equilibrada de un práctico comerciante, no tanto de un economista que puede creer cualquier cosa en el presente.

Sucede que cuando se realizan medidas preguntando si la entidad que se investiga es partícula u onda se manifiesta según el experimento diseñado: al preguntar si es partícula y se la hace chocar con otra, por ejemplo, el resultado será afirmativo y si el experimento en cuestión es para ver si se comporta como onda y se le hace pasar por rendijas, el resultado también será afirmativo. El experimentador pasa a participar de la realidad que estudia y es parte constituyente del experimento influyendo de forma determinante en el resultado. Si se trata de averiguar el camino seguido por una partícula, que como onda sigue una amplia distribución de posibilidades, se provoca que siga un determinado trayecto.

Un fenómeno singular que, por ahora, carece de explicación es el entrelazamiento.

Einstein ,que contribuyó de manera fundamental a confirmar la FQ con su explicación del efecto fotoeléctrico (por el que le fue concedido el premio Nobel), pensaba que lo cuántico se podría explicar, sin salir de la Física Clásica, si se descubrían unas magnitudes que estaban ocultas (variables ocultas) y a cuya influencia se debía el extraño comportamiento. Defendía también la localidad de la realidad lo que significa que los sistemas actúan localmente e independientemente de sucesos alejados con los que no pueden intercambiar influencias de forma inmediata.

Schrödinger propuso que podía haber entidades (partículas) que, aun estando alejadas, se mantenían relacionadas, pudiendo reaccionar unas a interacciones que sufren las otras de forma instantánea, en contra de la suposición de Einstein. Las partículas que se originan en la misma experiencia (por ejemplo, los dos fotones que se forman al encontrarse un electrón y su antipartícula el positrón) tendrían este comportamiento; se dice que están entrelazadas.

El principio de indeterminación de Heisenberg, fundamental en la FQ, nos dice que hay parejas de magnitudes que intervienen en una experiencia cuyas medidas se relacionan y es imposible que las dos se realicen muy bien. Si la medida de una magnitud se hace con mucha precisión, la otra sólo podrá realizarse de forma aproximada. Tanto mejor se realice una de ellas, peor se realizará la otra. Así sucede con la posición (el lugar en el que se encuentre) y el momento lineal (masa y velocidad) correspondientes a una partícula. Si se realizan medidas para conocer muy bien la posición de un electrón, será imposible poder medir con precisión su momento lineal.

Einstein y dos ayudantes suyos, Podolsky y Rosen, (EPR), propusieron en 1935 una experiencia con la que esperaban desmontar el principio anterior y menoscabar la FQ demostrando que era una teoría incompleta.
Hay experiencias en las que se producen dos partículas, electrón y su antipartícula positrón, que son iguales en todo excepto en la carga eléctrica; aparecen moviéndose a enorme velocidad en sentidos opuestos y están entrelazadas. Razonaron que al ser iguales se podría medir perfectamente la posición de una de ellas (la otra estaría a igual distancia en sentido opuesto) y de la otra, medir el momento lineal con absoluta precisión; de esta manera se conocerían perfectamente las dos magnitudes de las dos partículas, en contradicción con el principio de Heisenberg. Se conoce como paradoja EPR. Esta propuesta produjo un revuelo incómodo entre los físicos cuánticos como Bohr.

John Bell sugirió una consecuencia de este planteamiento y es que, si la mecánica cuántica es correcta, la realidad no cumple la localidad (hay comunicación instantánea entre dos partículas alejadas-por muy alejadas que estén- y entrelazadas) y si la realidad verifica la localidad (la comunicación entre las partículas se realizará como máximo a la velocidad de la luz) la mecánica cuántica no es correcta y hay que buscar las variables ocultas. Bell estableció un teorema, basado en desigualdades matemáticas, que demostraba que si se violaban estas desigualdades, la mecánica cuántica era correcta y la realidad era no local; y si las desigualdades se cumplían, debían existir variables ocultas, siendo la realidad local como pensaba Einstein.

La experiencia discriminatoria se realizó con fotones (Bohm) y en lugar de la posición y el momento lineal, que son magnitudes que pueden tomar valores continuos, se midió su polarización o el espín que está cuantizado.
Cuando se toma el extremo de una cuerda y se la hace vibrar, moviendola arriba y abajo en el plano vertical, una onda polarizada se propaga por ella. El plano de polarización, en este caso, es el plano vertical. Si la mano hace vibrar la cuerda en todas las direcciones posibles: vertical, horizontal, distintas inclinaciones …, la onda no está polarizada.

Polarizar es restringir los planos de vibración. Si una cuerda que vibra en todos los planos se la hace pasar por entre los barrotes de una verja chocará contra estos y se eliminarán las vibraciones que no sean paralelas a los barrotes. Sólo pasará la onda paralela a los barrotes por lo que la onda se polariza: la verja hace de polarizador.

Para averiguar el plano de polarización de un fotón se le pone un polarizador (analizador) con su eje (barrotes) orientado de una forma determinada y, después de él, un contador de fotones que nos dirá si el fotón ha pasado. Pasará si el fotón tiene el plano de polarización coincidente con el del polarizador, en caso contrario no pasará.

Cuando se producen dos fotones en un mismo proceso pueden estar entrelazados. Esto se consigue, por ejemplo, con la ayuda de un laser que eleva un electrón del calcio hasta un nivel determinado y, al caer al estado fundamental, puede emitir dos fotones entrelazados y polarizados perpendicularmente (una vez por cada millón de pares de fotones).

Alain Aspect fue precavido: ¿podría haber una comunicación oculta entre fotones y analizadores?. Para evitar esa posibilidad diseña un experimento en el que los analizadores se orientan una vez que los fotones están en vuelo; pero es que, además, puso un conmutador que permitía elegir la dirección de viaje de los fotones para asegurarse de la ausencia de la posible información encubierta. El resultado es que cuando un fotón pasa, el otro también y los contadores señalan una coincidencia. Aspect consiguió que los analizadores se orientaran en tiempos menores a 43 nanosegundos (mil millonésimas de segundo). ¿Por qué sucede que cuando un fotón pasa el otro, con el que no puede haber comunicación por la distancia y velocidad de alejamiento, pasa también sabiendo que el hecho de medir en FQ es puramente estadístico?.

La desigualdad de Bell se violaba de manera superior a lo que se había esperado. Las medidas de las coincidencias de estas polarizaciones de los fotones entrelazados, confirmaba categóricamente que la realidad es no local, que entre las partículas entrelazadas hay comunicación instantánea, que la mecánica cuántica es la teoría que explica la realidad.
¿Cómo puede ser esto? Si dos fotones viajan en sentidos opuestos a la velocidad de la luz (ellos forman la luz) al medir la polarización de uno de ellos, el otro se entera de inmediato (se orienta de acuerdo con la medida realizada al otro) y no puede haber habido comunicación pues se alejan mutuamente con imposibilidad de intercambio de señal. Se dice que los dos fotones (o los tres, o todos los que están entrelazados) son una entidad que requiere para su definición el conocimiento de todas sus partes, y que la interacción con alguna de esas partes afecta a todo el conjunto, de manera inmediata, independiente-mente de lo alejadas que se encuentren. Esto no atañe a la teoría de la relatividad pues cuando se hace una medida de un fotón no se conoce el resultado que se obtendrá y para ver si existe coincidencia con el otro fotón deberá enviarse una información del resultado, lo que no puede hacerse a velocidad mayor que la de la luz. Sin embargo…, algo tiene que haberse transmitido.

Por ahora no hay explicación de esta enigmática cuestión. Para tratar de entenderlo podemos imaginar un gusano muy largo al que se le toca un extremo; en ese instante el gusano, todo él, se ha enterado de la acción.


El entrelazamiento sólo puede ser observado en entidades microscópicas. Cuando un conjunto grande de partículas forman un sistema la interacción entre ellas, hace que pasen a comportarse tal y como percibimos cotidianamente de acuerdo con la Física Clásica.

Hemos conocido el extraño comportamiento de la Naturaleza. Hay comunicación entre partículas de forma instantánea por muy alejadas que se encuentren entre sí, incluso estando a distancias de años-luz. Podría estar todo el universo en contacto instantáneo también a través de otras partículas como las WIMP, materia oscura, neutrinos, etc, aunque la dificultad de interacción que poseen sea grande, pero es que la mayor parte del universo es invisible, lo que nos da pie para especular con aquellas cosas que nos mantienen en vilo.

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¿Cómo puede ser que la Astrología prediga acontecimientos, descubra estructuras de la personalidad, muestre tendencias sociales, avise del momento apropiado en el que la posibilidad de un suceso es mayor, etc.?.

Jung llamó sincronicidad a la coincidencia de dos o más sucesos relacionados entre sí de manera no causal y que poseen significados conectados que pueden ser semejantes aún manifestándose en diferentes niveles simbólicos.

Pienso que en cada momento histórico, de alguna forma desconocida, todas las cosas adquieren un significado y este significado relaciona todo el Universo. No hay influencia determinista sino establecimiento de analogías simbólicas, y lo que incumbe al ser humano es encontrar el código de interpretación que desvele el sentido alegórico de la naturaleza.

Al estar todo conectado, los sistemas materiales cíclicos permiten observar coincidencias sincrónicas por las que encontrar significados hasta establecer un cuerpo de interpretación. La Astrología se ha edificado de forma muy estructurada dando la impresión de ciencia. Las relaciones simbólicas entre los elementos de la carta astral se combinan lógicamente buscando un significado coherente, proceso en el que dada su complejidad puede intervenir la intuición y penetrar en distintos niveles de correlación.

No hay posibilidad de saber cómo momento histórico y significado establecen la conexión, sin embargo no ha de negarse ésta si la experiencia de interpretación muestra que existe. Dada la ignorancia y el medio en los que nos movemos hemos de estar siempre con espíritu crítico, observando y confirmando, o negando, la interpretación lo que permitirá ampliar el corpus astrológico.

“Entrelazamiento” de Amir D. Aczel - Editorial Drakontos